Ante el asesinato de Alfonso Cano
Comunicado de la Organización de Liberación Nacional y Social Fogoneros (Argentina)
En una revolución se triunfa o se muere, si esta es verdadera.
(Carta del Che a Fidel)
Otra vez los grandes titulares, los anuncios exultantes, el festejo del régimen oligárquico terrorista de Colombia anuncian con júbilo el asesinato de un dirigente de las FARC-EP. Tal como sucediera con el Comandante Jorge Briceño y con el Comandante Raúl Reyes, el Ejército de Colombia logró asesinar a Alfonso Cano, el más alto mando de la más antigua guerrilla del continente.
Alfonso Cano era un convencido de la necesidad urgente de una salida política al conflicto social y armado que hace mas de cinco décadas vive Colombia, salida que el gobierno colombiano se encargó de imposibilitar sistemáticamente, continuando su guerra contra el pueblo.
Con clara conciencia de que el régimen colombiano está empeñado en perpetuar la guerra, de la que deriva su razón de ser, y en concordancia con el tremendo acervo de experiencia y conocimiento que las FARC EP atesoran en sus décadas de construcción y lucha, el Comandante Cano nunca consideró las ?ofertas? de desmovilización del régimen narco paramilitar de Santos, como tampoco lo hicieran sus otros compañeros del Secretariado.
?La desmovilización, la cárcel o la tumba?? fue la amenaza del presidente Santos.
En el corazón de las selvas y las montañas, luego de años de asedio y persecución, el comandante Cano y sus hombres se enfrentaron ? luego de que la zona había sido bombardeada en un operativo realizado con el asesoramiento de la CIA, la DEA y el Pentágono - con el brazo armado de la oligarquía sangrienta y el imperialismo.
Lejos de la vida cómoda, viviendo en sus campamentos precarios y en marchas constantes, Cano y sus hombres murieron de frente al enemigo; como ya lo hicieran antes tantos revolucionarios que dejaron su ejemplo perdurable, José Martí, Camilo Torres, el Che, el Robi Santucho y tantos más.
Mientras las injusticias existan los pueblos nos seguiremos levantando para luchar contra estas, organizándonos convencidos de la necesidad de la liberación, por el mismo camino que hoy transitan las FARC-EP como tantas organizaciones de nuestro continente.
Con el ejemplo de los compañeros caídos, en la senda de las organizaciones que se fortalecen en el combate y con el espíritu rebelde de todos los pueblos, la tarea sigue siendo luchar por la liberación definitiva, la revolución socialista.
Comunicado de la Organización de Liberación Nacional y Social Fogoneros (Argentina)
En una revolución se triunfa o se muere, si esta es verdadera.
(Carta del Che a Fidel)
Otra vez los grandes titulares, los anuncios exultantes, el festejo del régimen oligárquico terrorista de Colombia anuncian con júbilo el asesinato de un dirigente de las FARC-EP. Tal como sucediera con el Comandante Jorge Briceño y con el Comandante Raúl Reyes, el Ejército de Colombia logró asesinar a Alfonso Cano, el más alto mando de la más antigua guerrilla del continente.
Alfonso Cano era un convencido de la necesidad urgente de una salida política al conflicto social y armado que hace mas de cinco décadas vive Colombia, salida que el gobierno colombiano se encargó de imposibilitar sistemáticamente, continuando su guerra contra el pueblo.
Con clara conciencia de que el régimen colombiano está empeñado en perpetuar la guerra, de la que deriva su razón de ser, y en concordancia con el tremendo acervo de experiencia y conocimiento que las FARC EP atesoran en sus décadas de construcción y lucha, el Comandante Cano nunca consideró las ?ofertas? de desmovilización del régimen narco paramilitar de Santos, como tampoco lo hicieran sus otros compañeros del Secretariado.
?La desmovilización, la cárcel o la tumba?? fue la amenaza del presidente Santos.
En el corazón de las selvas y las montañas, luego de años de asedio y persecución, el comandante Cano y sus hombres se enfrentaron ? luego de que la zona había sido bombardeada en un operativo realizado con el asesoramiento de la CIA, la DEA y el Pentágono - con el brazo armado de la oligarquía sangrienta y el imperialismo.
Lejos de la vida cómoda, viviendo en sus campamentos precarios y en marchas constantes, Cano y sus hombres murieron de frente al enemigo; como ya lo hicieran antes tantos revolucionarios que dejaron su ejemplo perdurable, José Martí, Camilo Torres, el Che, el Robi Santucho y tantos más.
Mientras las injusticias existan los pueblos nos seguiremos levantando para luchar contra estas, organizándonos convencidos de la necesidad de la liberación, por el mismo camino que hoy transitan las FARC-EP como tantas organizaciones de nuestro continente.
Con el ejemplo de los compañeros caídos, en la senda de las organizaciones que se fortalecen en el combate y con el espíritu rebelde de todos los pueblos, la tarea sigue siendo luchar por la liberación definitiva, la revolución socialista.
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