lunes, 22 de agosto de 2011

Protesta estudiantil en Santiago.

Chile: disturbios en la nueva marcha de estudiantes


Una protesta de alrededor de 100 mil jóvenes bajo una fuerte lluvia en Santiago fue la respuesta a las nuevas propuestas que anoche formuló la administración de Sebastián Piñera para intentar responder a las demandas estudiantiles de educación gratuita y de mejor calidad, que desde hace tres meses tienen en jaque al gobierno chileno.

Pese a la lluvia, el frío y nevadas aisladas, los estudiantes marcharon bajo un techo de paraguas por las calles céntricas de Santiago de manera masiva, una réplica de las movilizaciones que realizan desde hace tres meses, aunque esta vez lo breve de la concentración por las condiciones climáticas no dio lugar a que se repitiera la represión por parte de los Carabineros.

Anoche, en un intento por frenar el conflicto, el ministro de Educación, Felipe Bulnes, anunció mejoras a una anterior propuesta del gobierno, como subsidiar parte de la tasa de interés con la que se financian los estudiantes universitarios y ampliar la cobertura para los alumnos pobres.

"Hay muchas ambigüedades en el planteamiento del gobierno, deben aprender a gobernar", dijo al frente de la protesta la presidenta de la Federación de Estudiantes Universidad de Chile (FECH), Camila Vallejo, según reportó la agencia de noticias DPA.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jacson, insistió en que "hay que eliminar al Estado como cómplice del delito del lucro en la educación", en respuesta a los anuncios de ayer.

El movimiento estudiantil, en el que también participan los docentes y que recibió apoyo de otros sectores de la sociedad, busca la educación gratuita para el 70 por ciento del estudiantado, lo que implica la cobertura al 100 por ciento de los alumnos pobres, y terminar con el lucro de las instituciones educativas.

En Chile, los estudiantes deben solventar su educación universitaria, que implica cuotas mensuales de hasta dos mil dólares, con créditos que en muchos casos los deja al final de su carrera con deudas de más de 50 mil dólares.

El gobierno, obligado a nombrar tres gabinetes en año y medio de gestión, pidió nuevamente abrir el diálogo a los estudiantes, apremiado sobre todo por el deterioro de la salud de un grupo de más de 30 adolescentes secundarios en huelga de hambre desde hace 32 días.

"Tenemos todo para ponernos a trabajar. El llamado es ayer, hoy y mañana en el sentido de trabajar juntos en sacar adelante la solución de los problemas", señaló el ministro vocero, Andrés Chadwick.

Sin embargo, Piñera, que días atrás definió la educación como un bien de consumo, volvió hoy a criticar las marchas estudiantiles y a responsabilizar a los jóvenes por los disturbios de las anteriores convocatorias que terminaron duramente reprimidas.

"Estoy absolutamente convencido de que el camino para hacer de Chile un país más libre, justo, más próspero, más solidario no es el camino de las piedras, de la violencia y de las bombas molotov, eso no conduce a ninguna parte", señaló durante una acto oficial, según informó la agencia de noticias ANSA.

Las palabras del mandatario provocaron la molestia del presidente del Senado, Guido Girardi, quien intenta mediar en el conflicto y criticó las nuevas propuestas entregadas por el gobierno ayer, al considerar que no reforman de manera estructural la educación en Chile.

"Criminalizar al movimiento estudiantil y hacer de su demanda algo violento no ayuda en nada a construir un diálogo", dijo el parlamentario del Partido por la Democracia (PPD), miembro de la opositora Concertación.

En tanto, el también senador del PPD Jaime Quintana evaluó que "lo que el gobierno ofrece es una compra de una parte de la tasa de interés y eso profundiza el lucro, eso es lucro para los bancos".

"Es decir, se le traspasan 100.000 millones de pesos (220 millones de dólares) a los bancos", insistió, en medio de denuncias que tres ministros de Piñera son dueños justamente de universidades privadas.

En el oficialismo, dividido frente al tenor y profundidad de las reformas educativas, los sectores más conservadores y mayoritarios optaron por cerrar filas con el Ejecutivo.

El presidente "de verdad ha puesto toda la carne a la parrilla, se ha jugado el todo por el todo", dijo el titular de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Juan Antonio Coloma.

Las protestas juveniles, que hoy también se repitieron en Concepción, Valparaíso y otras ciudades del interior, llevaron a un piso mínimo histórico la ya decreciente imagen presidencial, jaqueada por protestas en otros sectores como el minero, el estatal, el de las comunidad de mapuches, de los defensores del medio ambiente y de los damnificados por el terremoto.

El escenario promete complicarse para la próxima semana, con la convocatoria a paro general para 24 y 25 de la Central Unica de Trabajadores (CUT), a la que adherirán los estudiantes.

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