*VENEZUELA*
*Díaz Rangel: "Una Venezuela sin Chávez
sería casi ingobernable" *
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Una tarea ardua sería determinar con
exactitud cuántos artículos, reflexiones o
análisis se han elaborado en Venezuela
relacionados con la permanencia en el poder
del presidente Hugo Chávez Frías, desde hace
más de una década.
Pareciera que en un clima de polarización
política, como lo afirman algunos analistas,
los comentarios de este tipo están a la
orden del día en cualquier rincón del país.
Para los sectores que conforman la
oposición, el mandatario nacional "ya tiene
fecha de vencimiento", mientras que los
partidarios de la revolución aseguran que
"ahora es que hay Chávez para rato"
Para los sectores que conforman la
oposición, el mandatario nacional "ya tiene
fecha de vencimiento", mientras que los
partidarios de la revolución aseguran que
"ahora es que hay Chávez para rato". A esta
disyuntiva se les anexan los medios de
comunicación, lo cuales, a juicio de
antecedentes evidenciados, están presentes
en la toma de decisiones políticas de ambos
bandos en disputa.
Uno de los analistas (aunque él prefiere
denominarse comentarista) de los momentos
políticos que se suscitan en Venezuela es el
actual director del diario Últimas Noticias,
Eleazar Díaz Rangel, quien, domingo a
domingo, coloca sus reflexiones en el centro
del debate.
En esta oportunidad, el quincenario La
Cumbre tocó su puerta para conocer, en
exclusiva, sus opiniones sobre el ejercicio
del periodismo en Venezuela, el papel de los
medios de comunicación y, sobre todo, los
contrastes entre el chavismo y la oposición.
De manera cordial --aunque con el tiempo
pisándole los talones-- accede a responder
las interrogantes formuladas con relación a
propuestas que no dejan de interesar a un
importante número de la población.
Con o sin él
"¡Impronosticable!", es la primera palabra
que se desprende de Díaz Rangel al evaluar
un escenario político sin la presencia del
presidente Chávez, producto de la vía
electoral. "Sería un problema extremadamente
difícil, grave y complejo para el nuevo
Gobierno".
Explica, por lo tanto, que existen dos
posibles escenarios con los que un
hipotético régimen de oposición contará.
"Tendría más de la mitad de las
gobernaciones en contra. Si ahorita es un
problema tener cinco, en esa oportunidad
tener 20 el problema se multiplica. En
segundo lugar tendrían a Chávez en la
oposición, que es incalculable cuál va a ser
su capacidad de convocatoria de la gente.
Casi se puede afirmar que sería ingobernable
para la oposición".
Un candidato, ¿una hazaña?
El periodista supone que la autodenominada
Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tendrá
que sortearse para evitar enfrentamientos y
discrepancias entre los diversos aspirantes
a la silla presidencial. Sin embargo,
sostiene que al final del túnel los partidos
de oposición conseguirán la luz: una
candidatura única que aglutine a la mayoría
de la oposición. "Esa convergencia de ellos
va a estar llena de muchas contradicciones,
incluso en la elaboración del programa. No
va a ser fácil para la oposición ofrecer un
programa que se enfrente a la propuesta del
presidente Chávez, que es hacia el socialismo".
"Pareciera que cualquier otro programa tiene
que ser dentro del sistema capitalista.
¿Cómo ellos van a ocultar eso cuando están
de acuerdo que siga siendo capitalista el
sistema político y económico venezolano?
Pero, seguramente, no lo van a decir por la
carga negativa que eso tiene. Eso es un
problema importante que ellos van a resolver
mal. Del lado del chavismo está claro que no
hay ningún problema en torno a la
candidatura del presidente Chávez".
Díaz Rangel descarta que la tarjeta única
que promueven algunas organizaciones
políticas dentro de la MUD llegue a
consolidarse. Argumenta que este mecanismo
es propuesto sólo por los partidos con menor
cantidad de adeptos, por lo cual "los
grandes no están de acuerdo y no lo van a
aceptar; de manera que habrá muchas tarjetas".
El filo de la victoria
En contraste al análisis realizado hacia los
sectores de la contrarrevolución, quien fue
docente de la Facultad de Comunicación
Social en la Universidad Central de
Venezuela (UCV) vaticina que el presidente
Chávez se alzará con una nueva victoria
electoral en los comicios previstos para
finales del 2012. "Yo creo que si algunos de
los problemas que están gravitando
actualmente, digamos la electricidad, el
problema de la inseguridad, donde se ha
avanzado pero no lo suficiente. Si avanza
aunque sea un 60 por ciento en el plan de
vivienda, yo no tengo ninguna duda de la
victoria del presidente Chávez".
--¿Cuál es su identificación política?
--Yo fui militante del Partido Comunista y
también fue militante del MAS, después me
retiré del MAS hace como 20 años y entonces
no he tenido militancia.
Soy un hombre de pensamiento social
avanzado. Estoy de acuerdo en la búsqueda
del socialismo, pero el socialismo, incluso,
tal como está en el proyecto de Constitución
que presentó el presidente Chávez y que fue
derrotado.
--¿Entonces defiende lo que estaba plasmado
en la reforma constitucional?
--En relación al sistema social. Ese era uno
de los rasgos fundamentales del Socialismo
del Siglo XXI, en comparación con el
Socialismo del Siglo XX que es un socialismo
fracasado. Pero en esa Constitución, que esa
parte la elabora el propio Presidente, está
que los medios de producción tendrán cuatro
formas de propiedad; una de ellas es la
propiedad privada. Es decir, que habrá un
área de la economía que estará en manos del
sector privado; eso no lo había en el
Socialismo del Siglo XX.
El alto grado de corrupción que hay en el
país en la administración pública; yo en eso
no soy chavista
--Si en estos momentos yo le pidiera escoger
entre los dos bandos políticos que existen,
chavismo y oposición, ¿por cuál se iría?
--Si tuviese que distinguir entre los dos,
sin ninguna duda al lado del chavismo.
--Entonces, ¿usted es chavista?
--No, ¡yo no soy chavista! Tal como tú me lo
estás planteando, que si sólo existieran
esas dos posibilidades, nunca estaría al
lado de la oposición, estaría al lado de Chávez.
--Y en las posibilidades reales que existen
en estos momentos, ¿se consideraría chavista?
--Tendrías tú que definirme qué es ser chavista.
--Pudiera decir que sentir identificación
con el Presidente y acompañarlo con el voto,
por ejemplo.
--Bueno si hasta allí es el chavismo, pues
yo sería chavista; pero eso es insuficiente
porque no tiene nada que ver con el proceso
que él está buscando, con la manera como él
conduce al país y con los problemas que
están planteados a resolver. Por ejemplo, el
alto grado de corrupción que hay en el país
en la administración pública; yo en eso no
soy chavista.
Todo lo que Chávez haga en función de los
pobres, en primer lugar; en función de la
sociedad venezolana y que se haga
honestamente, yo, por supuesto, estoy de ese
lado.
Polarización y medios de comunicación:
¿Periodismo político?
Como comunicador social --con una
trayectoria de muchos años a cuestas-- Díaz
Rangel se ha permitido, lógicamente,
almacenar conocimientos específicos en el
área del periodismo. Por tal motivo hace sus
observaciones y señalamientos al ejercicio
de esta profesión en Venezuela.
Explica que su práctica está llena de
desviaciones producto de la polarización
política que se vive en el país, sobre todo
en los últimos años.
"Lo que está ocurriendo en el periodismo es
reflejo de esa crispación de la sociedad
venezolana. Por eso nosotros vemos, quizás,
esas dos formas de hacer periodismo que
reflejan dos maneras de ver el país; dos
visiones sobre lo que está ocurriendo", explicó
"Hoy pareciera que por razones
político-empresariales, en muchos medios, el
factor verdad no es el más importante. Esa
es una diferencia sustancial con el
periodismo que se hacía en los años
anteriores", afirmó Rangel.
"Esta historia de los últimos 12 años está
llena de ejemplos donde la verdad no es lo
fundamental para muchos medios de
comunicación y, al contrario, no les importa
mentir y ni siquiera rectificar. Yo diría
que esa es la diferencia más grande que yo
observo en el periodismo que se hacía antes
y el que se hace ahora".
Entre fortalezas y debilidades
Como si se tratase del personaje bíblico de
Sansón, Díaz Rangel está convencido de que
el baluarte en la política comunicacional
del Gobierno Nacional radica en el
presidente Chávez y no precisamente en su
cabello, sino en su facultad como
comunicador. "En eso creo que todo el mundo
ha coincidido: el Presidente es un gran
comunicador, de una altísima credibilidad.
La riqueza más importante del Gobierno, en
el área comunicacional, son los mensajes
presidenciales", insiste.
--¿Dónde cree usted que se acentúan más las
debilidades del Gobierno en el área
comunicacional?
--Yo creo que en la falta de respuesta
oportuna a las denuncias, acusaciones y
señalamientos que se hacen desde la
oposición. Algunos veraces, otros falsos;
unos exagerados, otros con medias verdades,
medias mentiras pero eso son opiniones que
se difunden y van calando en mucha gente.
¿Por qué en la última elección la oposición
sacó un poquito de votos más que el
chavismo? ¿Por qué en el referéndum
constitucional (reforma) lo gana la
oposición? ¡Eso es por los medios de
comunicación! Por la fortaleza de unos y la
debilidad del otros.
""En eso creo que todo el mundo ha
coincidido: el Presidente es un gran
comunicador, de una altísima credibilidad"
--¿Y en el caso de la política
comunicacional de la oposición?
--¡No, chico! No se puede hablar de que
ellos tengan una política comunicacional
porque ellos no son medios ni dirigen medios.
--Pero hay sectores de la contrarrevolución
que controlan medios de comunicación, el
caso de Miguel Enrique Otero, por ejemplo,
que tiene un medio de comunicación impreso y
lidera un movimiento político de oposición
como los es el 2-D.
--Pero ese movimiento político no tiene
expresión, digamos electoral. Nunca hay una
elección, ni siquiera está legalizado como
partido. Entonces no se puede decir que
tenga fuerza. No ha habido ninguna expresión
cuantitativa de su fuerza. El caso es que yo
creo que la fuerza de la oposición está en
los medios.
--¿Es decir que, a su juicio, la oposición
se está manejando bien?
--¡No! Ellos son muy débiles como partido,
aunque algunos se han recuperado. Son muy
débiles en el sentido que ellos no llegan a
los barrios como llegaban antes. No están
imbricados en la sociedad, particularmente
en los niveles D y E; allí no llegan los
partidos de oposición. Sin embargo, ¿por qué
tienen una votación importante allí, sino
tienen una organización que llegue hasta
allá? Si no son propiamente los partidos los
que logran esa movilización y esa votación;
¡es por los medios!
--¿Qué le quitaría y qué le pondría para
mejorar el ejercicio del periodismo en
Venezuela?
--Lo que yo le quitaría serían las
violaciones a ese principio ético y le
pondría respeto a la ética periodística, y,
particularmente, a los principios que tienen
que ver con difundir la verdad.
--¿Eso está ocurriendo en todos los medios
de comunicación venezolanos?
--Yo no diría que en todos, digo que en
muchos. Nosotros (se refiere al diario
Últimas Noticias) hacemos un esfuerzo para
que todo lo que se publique aquí sea verdad.
Cuando nos equivocamos lo admitimos y lo
rectificamos.
--¿El periodismo puede mantener un
equilibrio en un clima de polarización
política como el que se vive en el país?
--¡Por supuesto que sí! Nosotros somos un
ejemplo del esfuerzo que hacemos todos los
días por hacer un periodismo equilibrado
(...) Ante cualquier problema de
trascendencia que sea noticiosa, nosotros
siempre ofrecemos las dos opiniones, las dos
versiones. Si no podemos darlas el mismo
día, las damos al día siguiente.
--¿A qué intereses responde la línea
editorial del periódico que usted dirige?
--Fundamentalmente a nuestros lectores. Como
este es un diario que ha tenido mucho éxito
en la circulación, entonces no hay
injerencia de los propietarios,
concretamente de Miguel Ángel Capriles, en
esa línea porque ha sido exitosa. Es decir,
tratar de cambiar esa línea del equilibrio,
sería un riesgo como empresario y que el
periódico comience a bajar de circulación.
De manera que nosotros tenemos una línea
editorial donde lo fundamental es buscar la
verdad y atender los intereses de los
lectores, por encima de cualquier otro interés.
--El Gobierno denuncia que la mayoría de los
medios se han colocado al servicio de la
desestabilización del país. ¿Usted cree que
eso es verdad?
--¡Sí! Ha habido momentos en que algunos
medios se han colocado en esa línea. Es
claro lo del golpe de abril del 2002 y fue
claro con el paro y sabotaje petrolero.
Algunos medios no buscaban ninguna
reivindicación, allí buscaban desestabilizar
al Gobierno, obligar a renunciar a Chávez,
obligar a adelantar las elecciones y sacarlo
del poder. Ese proceso duró varios meses y
tuvo pleno apoyo de la mayoría de los medios
de la nación.
"De manera que nosotros tenemos una línea
editorial donde lo fundamental es buscar la
verdad y atender los intereses de los
lectores, por encima de cualquier otro interés"
--Sin embargo, el 13 de abril el diario que
usted dirige reconoció al Gobierno de Pedro
Carmona Estanga mediante un editorial. ¿Qué
tiene que decir frente a eso?
--¡Bueno! Se puede decir que lo reconocía.
--¿Quién escribió ese editorial?
--¡Ese lo escribí yo! En el sentido de que
era una realidad que nosotros estábamos
mostrando allí. Estamos mostrando las
dificultades que se le avecinaban, pero
había un Gobierno que se había establecido y
eso pasó también en la Fuerza Armada. Se
creía que eso era ya un Gobierno que se
había establecido derrocando al Gobierno del
Presidente Chávez.
--Cuando se reconoce a Carmona Estanga en
ese editorial paralelamente se estaban
violando todos los derechos constitucionales
en el país.
--Eso nosotros lo informamos y lo
denunciamos. El único diario que recoge la
carta de Chávez en Turiamo fuimos nosotros.
La colocamos en primera página destacada,
que fue cuando se produjo el silencio
informativo. Incluso en esa edición del 11
de abril se da todo lo que estaba ocurriendo
en el país en relación a los derechos humanos.
--¿En el editorial que usted elaboró tuvo en
cuenta lo que estaba ocurriendo con la
violación flagrante de los derechos
constitucionales?
--Evidentemente que eso fue una grave
omisión de esa nota, porque no es
exactamente un editorial porque al estar
firmado no es editorial (...) Esa fue la
opinión mía, y esa opinión tuvo esa enorme
falla de no denunciar simultáneamente el
origen de ese Gobierno que era,
evidentemente, un golpe de Estado.
--¿Pero usted se retracta de eso?
--No me retracto. Admito que fue un error mío.
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