jueves, 5 de mayo de 2011

Levantamiento en el Medio Oriente.

ESPECIAL
Análisis del levantamiento en el Medio Oriente. 
Los pueblos e Irán ganadores.

Por Abduk Karim Paz
desde Irán
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Hay características que deben ser tenidas en cuenta en un análisis serio y objetivo de lo que está sucediendo en el Medio Oriente. Entre ellas, se encuentran las siguientes: estos levantamientos son populares, nacen de las entrañas del pueblo y de su hartazgo ante la  profunda corrupción y opresión de los distintos gobiernos y estructuras de poder a las que se enfrentan. Además, son, en gran medida, profundamente anti norteamericanos y anti sionistas, puesto que estos gobiernos dictatoriales que llevan años en el poder, han sido totalmente dependientes de Estados Unidos e Israel y entre las funciones estratégicas que debían cumplir, se hallaba la de proteger al régimen sionista. Otra característica es que los pueblos están demandando en un porcentaje muy alto que, en algunos casos, supera el sesenta por ciento, el gobierno del Islam y sus leyes (que implican el respeto por la voluntad de los pueblos), pues es esta cultura islámica -y no el secularismo importado en las últimas décadas- lo que moviliza en gran parte a los pueblos  y donde ellos hallan el marco teórico e ideológico para implementar la justicia, la realización de los valores espirituales y morales más preciados de sus tradiciones y su desarrollo independiente.
Por último, en contrapartida con la segunda característica, los alzamientos populares son contrarios a los dictados imperialistas acerca de mantener una enemistad con Irán. Lejos de ello, ven a Irán como un modelo adelantado y poderoso llevado a cabo por su pueblo que se levantó treinta años antes contra la monarquía corrupta y dependiente de Norteamérica e Israel. Una vez alcanzada su independencia - y a pesar de todos los boicots y complots imperialistas, incluyendo ocho años de una guerra impuesta por el entonces Saddam-, hoy se yergue como una potencia regional y extra regional.
Por supuesto, Estados Unidos y la maquinaria de propaganda sionista jamás van a reconocer estas características principales. Por el contrario, van a intentar sostener que estos pueblos tienen necesidades democráticas como las que ellos encarnan (seculares y de corte oligárquico), y que tienen aspiraciones económicas, anhelando vivir como en el primer mundo. Es decir, los pueblos se levantan tomando como modelo el modo de ser y de vivir de los poderosos. Como si estas potencias europeas y norteamericanas, nada tuvieran que ver con esas dictaduras encastradas en sus países, las humillaciones sufridas,  el robo de sus recursos nacionales y con la corrupción que los dejó en el atraso, pobreza y debilidad.
Las masas en el Medio Oriente, identifican a las estructuras de poder corruptas y opresivas con sus amos imperialistas y sionistas que son su sostén y su razón de ser. Por lo tanto, este levantamiento es esencialmente contra ellos. Por más que Estados Unidos e Israel intenten cambiar de personajes que sigan sirviendo sus mismos intereses no podrán  detener las demandas populares de aquí en más.
Las organizaciones islámicas son las que han tenido mayor parte en los levantamientos del Yemen, Egipto, Tunes, Marruecos, Jordania, Bahrein, Arabia Saudita, Libia, etc. Las oraciones comunitarias de los viernes siempre funcionan como disparadores de concentraciones masivas en pos de viejas y nuevas demandas. Tal como sucedió en Irán, el Líbano, Palestina, Irak, las organizaciones islámicas son las más organizadas y motivadas y motivadoras para la participación popular en su compromiso político.
Si dejamos a Siria afuera de lo que está sucediendo en estos países mencionados, es porque en Siria, el levantamiento es fogoneado por Estados Unidos, Israel y los regímenes reaccionarios de la zona para cortar el vínculo del gobierno sirio con los movimientos de resistencia en Líbano y Palestina y la estratégica alianza con la revolución islámica en Irán. Sin que signifique que el sistema imperante en Siria sea un modelo exento de toda crítica - algunas demandas han sido aceptadas-, lo cierto es que su gobierno goza del apoyo de la mayoría de su pueblo. Los levantamientos de Siria tienen más fuerza en las zonas fronterizas con Jordania cuya monarquía es fuerte aliada de Estados Unidos e Israel o del Irak ocupado. Los factores que llevan a las potencias a apostar contra el régimen sirio son: El fracaso rotundo para provocar artificialmente una manifestación en Irán del tipo de las del Medio Oriente en febrero pasado;  el objetivo de desviar la atención y desnaturalizar al resto de los movimientos populares de la región y balancear las pérdidas en Egipto. La injerencia norteamericana israelí en el tema Siria ha sido reconocida por el gobierno norteamericano y como muestra basta ver la cobertura que le dan los grandes medios oligopólicos al tema de Siria en contraste con la invasión del ejército saudita en Bahrein, los asesinatos  llevados a cabo desde hace un mes en esa isla del Golfo y el silencio con respecto a las matanzas, detenciones y torturas, llevadas a cabo en el Yemen, Egipto, y otras partes.
Ahora en Egipto, Mubarak está siendo juzgado, entre otras cosas, por haber vendido en forma ostensiblemente barata el gas nacional a Israel. El embajador de Israel huyó de Egipto y las presiones populares instan a desconocer el acuerdo de Camp David que garantizó la ?paz? con Israel (o, mejor dicho, el abandono de los palestinos a su suerte a cambio de fuertes dividendos anuales para las arcas de Mubarak y sus amigos en el ejército).  El ministro de relaciones exteriores de Egipto acaba de anunciar que el paso fronterizo con Gaza se abrió y nunca más será cerrado, dando por terminado el bloqueo israelí-Mubarak a los habitantes de Gaza en castigo por elegir democráticamente a Hamas. Además, también se anuncia en estos días el restablecimiento de relaciones entre Egipto e Irán para turbación del régimen sionista. Otra mala noticia para Israel, en estos días es el acuerdo político que firmaron las agrupaciones palestinas, Hamas y la OLP, encabezada por Mahmud Abbas, en Egipto, por el cual, las excusas de Israel para impedir el reconocimiento de las Naciones Unidas de Palestina, acerca de que no había una única autoridad palestina reconocida entre los propios palestinos ya no tiene sustento. Ahora, con un Egipto más favorable a la causa palestina (Mubarak nunca unía a las facciones palestinas), el acuerdo se ha sellado e Israel vuelve a perder otra batalla. En dicho acuerdo se arreglaron elecciones presidenciales y parlamentarias en un año en todo Palestina, la legitimidad de la actividad defensiva de Hamas y Yihad Islámico y la salida de la clandestinidad de estos grupos en Cisjordania. Mahmud Abbas puede ahora ir con una representación amplia y reconocida a las Naciones Unidas para efectivizar el reconocimiento de Palestina y Hamas confía que de acá a un año, cuenta con muchas posibilidades de ser elegido como alternativa popular, nacional e islámica en toda Palestina libre.
Por otra parte, Turquía ha anunciado que en estos días enviará otra flotilla de la libertad para ayudar a los habitantes de Gaza y le anticipó a Israel que no vuelva a cometer el error criminal de asaltar militarmente a un barco de ayuda humanitaria.
En definitiva, el mundo islámico está a la ofensiva para recuperar la justicia y la dignidad.
La revista francesa, Le Monde Diplomatic, en su análisis sobre la situación del Medio Oriente y la llamada primavera árabe, sostiene que el mundo árabe se dirige de una visión nacionalista secular a una visión enmarcada en el Islam.
No es de extrañar que allí donde Estados Unidos y Europa, mediante la OTAN se metieron a ?ayudar? al levantamiento popular, este haya fracasado, caso Libia,  pero allí donde no intervinieron a favor de la gente y sus demandas democráticas, sino que incluso  apoyaron a los dictadores, éstos hayan sido derrocados como en Tunes, Egipto y ahora, Yemen.
Una de las grandes preocupaciones, tal como lo han expresado en estos tiempos, Estados Unidos e Israel, es que con la caída de sus agentes dictadores, lo que se está cayendo a pedazos es toda la estrategia de las últimas décadas de contención de los pueblos de la región contra Irán y su modelo exitoso en el campo político, militar, económico, industrial , tecnológico y  cultural (recordemos el excelente cine iraní que supera al que es premiado en Occidente. Mientras que uno recorre los canales satelitales del mundo árabe hoy en día, y salvo raras y honrosas excepciones, lo demás no sale de una música y cantantes mediocres, deporte o noticieros censurados-tienen prohibido mostrar las revueltas-.)
En lo sucesivo, seremos testigos de una extensión del poder regional de la República Islámica y es bueno que nuestros países en Latinoamérica lo tengan en cuenta y dejen de escuchar la farsa de la supuesta amenaza iraní que pregonan los agentes del norte y del sionismo en su prensa oligopólica.
En estos treinta años,  a diferencia de la política contraria a los pueblos por parte del imperialismo, la República Islámica ha tejido sus relaciones pacientemente con la gente y sus organizaciones, lejos de las superestructuras de poder. El actual y creciente protagonismo de los pueblos encuentra a Estados Unidos y Europa  carente de experimentados contactos. No tienen sustento en estas fuerzas ascendentes y pagarán el precio de haber apostado todos estos años a esos personajes tiránicos y sus aparatos. El vacío de poder que se está generando, reacio por experiencia y sufrimiento a los dictados de las grandes potencias será, sin duda, llenado por los gobiernos amigos de los pueblos. Estados Unidos e Israel harán todo lo posible por controlar los acontecimientos, pero la verdad es que no tienen como lograrlo a mediano y largo plazo.
En estos días somos testigos de que el aparato monárquico de la región se ha puesto a culpar a la influencia de Irán de los levantamientos cada vez más masivos en sus territorios, como si Irán tuviese tanto poder de manejar a control remoto a todos los pueblos de la zona y al unísono. ¿Pues, de dónde podría Irán extraer semejante poder? Se suponía que gobierna una dictadura en Irán, ¡cómo puede su influencia alcanzar a pueblos vecinos alzados contra las dictaduras! Nuevamente la permanente subestimación a la inteligencia de los pueblos y el desconocimiento del poder y la voluntad de éstos. La armonía entre las poblaciones se da por contagio y por padecer los problemas comunes de dominación y humillación. La única injerencia es la que ejerce descaradamente el imperio  contra los pueblos, muchas veces en forma clandestina y otras a la luz del día.
La manera de llevar adelante la intervención en Libia por parte de Norteamérica, impulsando a Europa al desgaste de una mayor participación en el ataque, pone de relieve la aguda crisis que enfrenta Estados Unidos con los frentes abiertos en Irak y Afganistán y su definitiva debilidad para cualquier aventura militar en Irán. Esta es otra razón que augura un fuerte crecimiento de la influencia iraní en la región del Medio Oriente tan rica en recursos y tan vital para el imperio.
En estos momentos las agencias de noticias en el mundo anuncian que Bin Laden ha sido matado por comandos norteamericanos en Pakistán. Si bien las fuerzas pakistaníes dicen haber sido ellos quienes le dieron muerte, el tema más importante, es que Bin Laden no es más que un hijo terrorista adoptivo de quien lo trajo al mundo, es decir el máximo responsable del terrorismo a nivel mundial. Me refiero al gobierno que ahora encabeza Obama y su política de invasiones, despliegue de ejércitos por todo el mundo y la creación, producción a gran escala, y uso de armas de destrucción masiva, como las bombas atómicas que arrojara sobre Japón. De modo que la muerte de Bin Laden no es algo decisivo en la lucha contra el verdadero terrorismo y tampoco Bin Laden es la raíz del mismo. Es sólo uno de sus vástagos. Para peor, el descrédito de Estados Unidos es tan colosal que nadie puede saber a ciencia cierta si realmente murió ahora, antes o no murió y si no es todo una mentira con fines políticos, sean éstos eleccionarios, o el poder ofrecer algún éxito tras el fracaso en Libia, en Egipto y en el Medio Oriente en general. Revivir a al Qaida puede ser lo que justifique redoblar el aparato militar para el Medio Oriente popular que se viene.

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