Hoy fue un día histórico para Haití, en el cual se concreto por primera vez en su historia el traspaso del poder de gobernar de un gobierno democrático a otro también elegido democráticamente. El desafío que le espera al presidente electo, Michel Martelly, será sin duda la reconstrucción tanto material como social luego del terremoto que devastó al país en el 2010.
Asumió ante unos 2000 invitados en una ceremonia que se realizó en un edificio provisional construido con maderas, frente a las ruinas del palacio presidencial destruido por el terremoto.
El jefe de la Misión de la ONU en Haití, Edmond Mulet, señaló que “por primera vez en la historia de Haití un presidente elegido democráticamente entrega el poder a otro presidente elegido también democráticamente”.
Con esta asunción se pone fin a una crisis política por el poder, aunque el nuevo mandatario tendrá que enfrentarse a grandes retos como la reconstrucción de un país.
En el 2010, un terremoto dejo más de un millón de haitianos sin hogar y cientos de miles siguen viviendo en campamentos provisionales. La comunidad internacional prometió ayuda por 10 millones de dólares pero la mayor parte aún no se concreto.
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