miércoles, 28 de septiembre de 2011

El aque­la­rre enquis­tado en el país, no es nuevo.



La kermesse nacional y popular


Nada es como era enton­ces… ahora, des­pués de un largo camino de con­tra­dic­cio­nes, de idas y vuel­tas… según se dice en nom­bre de la demo­cra­cia… El país se fue con­vir­tiendo en una gran kermesse.
De todo como en botica le fue ven­dido a los ciu­da­da­nos, desde el dis­curso polí­tico, para luego des­en­ca­de­nar en esas cri­sis que lle­va­ron a todos a la desilu­sión y a la quie­bra. Si bien, la demo­cra­cia es una parte impor­tante para la vida ciu­da­dana, esta debe estar acom­pa­ñada por ver­da­de­ras polí­ti­cas de Estado, res­peto a la Cons­ti­tu­ción Nacio­nal, inde­pen­den­cia de los tres pode­res. Algo que en estos tiem­pos bri­lla por su ausencia.
El aque­la­rre enquis­tado en el país, no es nuevo y muchos son los cul­pa­bles del des­ca­rri­la­miento de la nación. Los tum­bos pro­du­ci­dos en todos los ámbi­tos del queha­cer nacio­nal han con­lle­vado a, anu­lar la repú­blica. Fra­ca­sos, corrup­ción, incom­pe­ten­cia y sobre­todo indi­fe­ren­cia por el ciu­da­dano, fue­ron los pasos pre­vios para que un camu­flado tota­li­ta­rismo, con dis­fraz demo­crá­tico usur­para la pre­si­den­cia del país, a la vista de todos, con 16% de votos reales y con el bene­plá­cito de una opo­si­ción, que lejos de poner coto a seme­jante abe­rra­ción cons­ti­tu­cio­nal, escon­dió la cabeza como el aves­truz per­mi­tiendo que el 25 de mayo del 2003, Nés­tor y Cris­tina Kir­ch­ner usur­pa­ran el poder .
A más de ocho años del des­em­barco K. en la Casa Rosada. La ker­messe nacio­nal y popu­lar ha ins­ta­lado sus pues­tos en todo el país. Las fies­tas, kir­ch­ne­ris­tas, barria­les, pro­vin­cia­les y nacio­na­les, con mesas de jue­gos, sub­si­dios, dádi­vas, sor­teos, núme­ros artís­ti­cos y coti­llón cam­po­rista, son uti­li­za­das para recau­dar votos a favor de la causa o pro­yecto bené­fico… como resalta la Señora enfun­dada en su luto de lujo, mien­tras actúa como jefa de pro­mo­ción y pro­pa­ganda de las lis­tas de su movi­miento político.
A puer­tas de las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del 23 de octu­bre, el mer­ca­deo polí­tico a exa­cer­bado su pre­dica y los pues­ti­tos han pro­li­fe­rado como hon­gos en un terreno húmedo. Mien­tras los fal­sos pro­fe­tas aco­mo­da­ti­cios hacen eco, ampli­fi­cando las fal­sas pro­me­sas, y las hipó­cri­tas men­ti­ras de los anun­cios coti­dia­nos con los que la viuda trata de con­gra­ciarse con ese elec­to­rado que no la voto en las primarias.
En tanto la opo­si­ción ador­me­cida, lejos de ini­ciar sus cam­pa­ñas, se entre­tiene jugando en la ker­messe a inser­tar el ani­llo en la bote­lla o ganarse un osito de pelu­che en el tiro al blanco, al tiempo que algu­nos que osten­ta­ban la cami­seta de la opo­si­ción, rápi­da­mente se la van cam­biando por la del cris­ti­nismo, el ciu­da­dano de a pie ve caer las opcio­nes alter­na­ti­vas y piensa… como no morir en el intento si debe aguan­tar por cua­tro años más a la única viuda acom­pa­ñada por la apó­crifa leyenda pró­cer muerto…
Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela

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